Momentos antes de partir hacia China, el Gobernador Pérez efectuó anuncios respecto de la creación de la Policía Municipal, sin ningún tipo de aclaraciones ni consulta alguna a los intendentes.
Las dificultades del Gobierno de la Provincia para disminuir la inseguridad en Mendoza han llevado al Gobernador a proponer alternativas que – si bien pueden ser paliativos, asistencias o refuerzos en algunas actividades relacionadas con las tareas propias de las fuerzas de seguridad – no resuelven el problema de fondo.
En ese sentido creemos percibir hacia dónde se dirige el discurso oficial sobre la participación de los municipios en cuanto al servicio de seguridad. Quiero recordar, ante todo, que esta es una función propia e indelegable del Estado provincial.
Si bien he opinado y propuesto oportunamente que los municipios pueden tener un rol activo en cuanto a la seguridad de los ciudadanos, es claro y evidente que los indicios que hasta ahora se anuncian, no dejan particularmente en claro cuál será el alcance que tendrán las comunas en el esquema actual de leyes sobre seguridad.
Si analizamos la temática es preciso mencionar al menos dos modelos de policías municipales:
Uno de ellos es aquél en el que los efectivos de seguridad son agentes propios del municipio, quienes están disponibles para cumplir funciones en tareas de represión y prevención del delito y para ello trabajan en conjunto con las policías provinciales, con portación de armas. Su dirección se encuentra bajo la jefatura de la autoridad de seguridad que corresponde a la Gobernación de la Provincia.
El otro modelo es aquél en que los agentes son propios del municipio y poseen responsabilidad sólo en cuanto a la prevención del delito, controlando además la seguridad vial. De esta forma, trabajan coordinadamente con las policías de Mendoza efectuando el intercambio de novedades a través del sistema de comunicación compartido con la fuerza provincial. Los elementos de seguridad utilizados se reducen a bastones o gas pimienta y no manipulan armas de fuego, dependiendo funcionalmente de las directrices del Intendente municipal.
Es indudable que el Estado debe encontrar la forma más eficaz y eficiente en la búsqueda para disminuir los hechos delictivos en la Provincia. Ahora bien ¿involucrar a los municipios es la herramienta más idónea para resolver un problema tan complejo y de aristas tan diversas?
Debe mencionarse también que los municipios ya se encuentran desarrollando tareas que no le son propias de acuerdo a las responsabilidades dispuestas por el cuerpo normativo vigente y que, por impericia o deserción del Gobierno provincial, estos han tenido que asumir en áreas tales como la salud, la educación, el deporte, el desarrollo social y la vivienda, entre otras.
Pero no sólo eso, sino que además dichas tareas se materializan aún sin los recursos que les son propios, por cuanto el Estado provincial no envía las partidas presupuestarias que permitan atender adecuadamente, desde el punto de vista financiero, a su concreción.
En ese sentido quiero poner de relevancia la gestión en materia de seguridad que desarrolla el Intendente Víctor Fayad y lleva adelante el Municipio de la Ciudad de Mendoza. En este Departamento se ha hecho una inversión millonaria en el área a través de distintas medidas: adoptando la modalidad de agentes preventores que responden a la autoridad del Intendente, promoviendo la cultura de la participación ciudadana en la prevención del delito, implementando acciones para lograr un tránsito seguro, capacitando al personal en seguridad ciudadana, adoptando la tecnología adecuada para el desarrollo de la función, implementando el patrullaje de las calles con veintiún camionetas y un vehículo furgón, instalando cámaras de seguridad y estableciendo unidades preventoras – comunicadas con la Policía de Mendoza a través del Sistema Tetra – ubicadas en distintos puntos de la Ciudad como:
Pero además, la Ciudad ha hecho suyo el control de la seguridad vial y la creación de Juzgados de Tránsito, contando para ello con móviles para patrullaje y la efectivización de operativos viales: dos camionetas, tres grúas, un vehículo furgón, y veintiún motocicletas, comunicados por teléfono celular y por el Sistema Tetra, descomprimiendo de esa forma la labor de agentes de la Policía de Mendoza, que puedan abocarse a la seguridad pública en la Provincia.
Esos esfuerzos presupuestarios deben ser reconocidos por la provincia, la Ciudad de Mendoza cumple una tarea correspondiente a la órbita provincial y por lo tanto deben ser reintegrados a las finanzas municipales.
Ahora bien, no todos los municipios pueden realizar el esfuerzo presupuestario que efectúa la Ciudad de Mendoza ¿Cómo piensa entonces el Sr. Gobernador implementar su propuesta y cuál es el modelo que pretende poner en marcha?
Es hora de que el Gobierno de la Provincia plantee acciones concretas y efectivas, y no sólo se deje llevar por presiones, reclamos y tensiones. Pero por sobre todo, que logre abandonar esa suerte de espasmo comunicacional, con propuestas que adolecen del respaldo, conocimiento y comprobación objetiva sobre sus resultados.por Sergio Bruni para Sitio Andino
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