Desde ésta columna venimos insistiendo en la necesidad imperiosa de abandonar prácticas ambientales insostenibles, como lo es el entierro de los residuos domiciliarios, o los basurales a cielo abierto diseminados en el territorio provincial.
Además de ser contaminantes en el aire, suelo y fundamentalmente en los acuíferos subterráneos, dichas prácticas ocasionan un alto costo tanto al Estado provincial como al municipal. Estamos hablando de alrededor de treinta millones de pesos anuales, gasto que se reduciría sensiblemente si la autoridad de aplicación correspondiente lograra rescatar residuos a partir de la selección y posterior venta de los mismos, en casos como el papel, el cartón, el vidrio el aluminio y el P.E.T, entre otros.
Si bien celebramos el anuncio del Gobierno Provincial, creemos en primer lugar, que se realiza con una tardanza obscena, siendo que la ambiental es una problemática que viene arrastrándose hace varios años con el peligro que su impacto genera principalmente en la salud de la población. En segundo lugar, el anuncio se encuadra en una manifiesta intención electoralista, relacionada con un contexto de campaña, lo cual sencillamente termina por restarle credibilidad.
Tal es la falta de previsión e integralidad con la que ha sido encarada la política ambiental desde la actual conducción provincial, que uno de los funcionarios partícipes del anuncio, José Pozzoli coordinador del Programa de residuos de la provincia, reconoce públicamente a través de declaraciones periodísticas, que la separación doméstica impulsada desde algunos municipios carece de relevancia, por cuanto “este método no tiene sentido que se generalice por ahora al resto de los comunas, porque actualmente se mezcla todo al final del proceso”.
Desde otra parte, cabe mencionar que hace veinte años impulsamos legislativamente la constitución de un Programa de Reciclado de Residuos, el cual establecía distintas etapas comenzando con la separación de residuos domiciliarios. Por aquellos días, la Municipalidad de Maipú efectuaba ya la separación de los residuos en la planta, que hasta hoy se encuentra en operaciones, pero que no alcanza para el tratamiento del 100% de sus residuos sólidos urbanos.
No obstante, hoy la mayoría de los residuos terminan convirtiéndose en basura cuyo destino final es el vertedero o los rellenos sanitarios y plantean una serie de desventajas y problemas. En definitiva, nos enfrentamos a una cuestión cada vez más preocupante: ¿Cómo deshacernos del volumen creciente de residuos que generamos?
En este sentido, el reciclaje se convierte en una buena alternativa, ya que reduce los desechos, ahorra energía y protege el medio ambiente. La meta de cualquier proceso de este tipo es el uso o re-uso de aquellos materiales provenientes de residuos, en cuyo inicio existe un aspecto de suma importancia: la separación, la cual para que sea eficaz en su rendimiento debe hacerse correctamente en el origen.
Resulta entonces lógico que debamos transitar hacia un verdadero Programa Provincial Integral de Residuos Sólidos Urbanos, con el objeto de optimizar y sistematizar la gestión de los residuos sólidos urbanos en la Provincia de Mendoza, propendiendo a la protección del ambiente y a la mejora en las condiciones de salubridad y calidad de vida de la población.
Pero para llegar a buen puerto, deben encararse una serie de acciones clave, es decir: se debe realizar un correcto diagnóstico de la situación del sistema de recolección de residuos provincial y de las proyecciones de necesidades futuras; lograr el correcto dimensionamiento de las obras y de los costos de ejecución de las mismas; contar con proyectos ejecutivos debidamente diseñados, calculados y evaluados, para entregarlos a los municipios y que estos realicen la correspondiente inversión, operación y mantenimiento; constituir un aporte técnico y económico, por parte de la jurisdicción provincial hacia las municipalidades que adhieran al programa, concientizar a la población de los diversos beneficios de la aplicación del mismo a fin de lograr una colaboración activa en su desarrollo, entre otras.
La generación de residuos, su recolección y tratamiento, constituyen una clara muestra de la cultura y el desarrollo social de una comunidad, con estas pautas como marco y base hacia un rumbo claro, el Estado deberá invertir en infraestructura, los ciudadanos acompañar el esfuerzo seleccionando los residuos y cuidando el aseo de nuestros espacios públicos. De esta manera podremos generar el compromiso colectivo y, a su vez, las acciones que deben promoverse desde un Estado responsable con la protección de un ambiente sano para todos los mendocinos.
Sergio Bruni para Sitio Andino
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