2006-10-11 00:00:00 | Mendoza
La Cámara Baja agregó dos artículos al proyecto del radical Bruni. Así, las comunas podrán regular permisos y excepciones y el Estado tendrá presupuesto para hacer campañas de concientización. |
La Comisión de Legislación y Asuntos Constitucionales de la Cámara Baja decidió ayer agregar dos ítems al proyecto de ley antitabaco. Estos apuntan a flexibilizar la normativa que establece la prohibición total del consumo de cigarrillo en espacios cerrados y de acceso público en Mendoza.
Así los diputados de esa comisión establecieron sumar dos artículos al proyecto impulsado por el senador radical Sergio Bruni, el cual cuenta con media sanción en Senadores desde el mes pasado. El primer agregado –artículo 9– establece que serán los municipios los que tendrán “poder de policía y podrán regular mediante ordenanza el régimen apto de permisos y excepciones a la ley provincial”. No obstante, la inspección se realizará en forma conjunta con el Ministerio de Salud. El otro agregado –artículo 10– contempla un presupuesto especial anual para que el Poder Ejecutivo (el área de Salud) logre implementar campañas continuas de concientización respecto de la adicción al pucho, sobre todo para evitar que niños y jóvenes se inicien en este vicio. Según explicó ayer Luis Petri, presidente del bloque radical de Diputados, el proyecto que sancionó Senadores “es bueno porque intenta preservar la salud pública y en eso estamos todos de acuerdo. Hay aspectos allí muy taxativos que si no se flexibilizan, la implementación es inviable”. El miércoles próximo las modificaciones a la norma serían tratadas por la Cámara Baja en el recinto. Si Diputados acepta los cambios propuestos el proyecto volverá a Senadores para ser revisado. En caso contrario, el proyecto de Bruni tendrá fuerza de ley provincial en sólo 7 días y entrará en vigencia en febrero del año próximo. Para Petri, en caso de aprobarse con las recientes modificaciones la ley antipucho tendrá un carácter de “marco regulador necesario que no violará la autonomía municipal”. “Es una ley que dinamita al fumador social, pero el que fuma no dejará de hacerlo porque exista una ley. Es bueno que cada municipio implemente su ordenanza y que existan campañas oficiales”, agregó el diputado. Resistencias En esa línea, el senador Raúl Guerra (PJ, Frente para la Victoria) también criticó la rigidez de la norma provincial y aseguró que las libertades individuales serían respetadas con la incorporación de restoranes y bares para quienes tienen adicción al cigarrillo. El justicialista aseguró ayer que volverá a insistir con su propuesta –acompañado por su bloque– en caso de que el proyecto regrese a la Cámara Alta. “Voy a insistir con mi propuesta. Fumar es perjudicial pero es una decisión personal. En Senadores no se discutió en profundidad y se actuó de forma demagógica”, completó. |
URL http://www.diariouno.com.ar/edimpresa/2006/10/11/nota126953.html
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