

La energía eléctrica es la forma más noble de energía útil, ya que actualmente puede ser transformada en cualquier otro tipo (calor, luz, trabajo) con mucha facilidad. Es por ello, que se tiende cada vez más a transformar cualquier fuente de energía primaria (entre ellas, las renovables) en electricidad, ya que prácticamente todas las tecnologías domésticas e industriales descansan sobre ella.
En este sentido las naciones signatarias del Protocolo de Kioto ratificado hasta la fecha por 163 países, se obligaron a efectuar una merma en la emisión de gases que producen el efecto invernadero, es decir aquéllos que provienen del uso de fuentes de energía con base en los combustibles fósiles, y emiten dióxido de carbono, acelerando el calentamiento global.
Este acuerdo impone para 39 países que se consideran desarrollados (no afecta a los países en vías de desarrollo como Brasil, India o China) la contención o reducción de sus emisiones de gases de efecto invernadero. Por ejemplo la Comunidad Económica Europea se ha obligado a disminuir los mismos en un 8%.
Algunos argumentan que afrontar el cambio climático es un reto desalentador y que el mismo es, en cierto modo, demasiado costoso para las economías y la industria. En este dilema, la energía eólica es una de las mejores alternativas como respuesta al estancamiento y la inacción: ya que se trata de una poderosa fuente de energía global, accesible y viable que es capaz de sustituir a los combustibles fósiles y otras fuentes contaminantes.
Entre las fuentes de energías renovables podemos citar:
• El Sol: energía solar.
• El viento: energía eólica.
• Los ríos y corrientes de agua dulce: energía hidráulica.
• Los mares y océanos: energía mareomotriz.
• El calor de la Tierra: energía geotérmica.
• Las olas: energía undimotriz.
Para hacer uso de dichas fuentes es necesario transformarlas en energía útil, lo que implica manipulaciones que sólo un cierto grado de desarrollo tecnológico puede hacer posible. La energía está disponible, de forma más o menos concentrada, pero no es aprovechada, ya no sólo para desarrollar actividades generadoras de ingresos, sino ni tan siquiera para satisfacer las necesidades de subsistencia.
Es decir, las fuentes renovables de energía están ahí, se manifiestan, se disipan, pero las personas no las captan, ni las transforman, ni las emplean para su propio beneficio. ¿Por qué?
En la mayoría de los casos, existe un factor determinante: no saben cómo hacerlo. En otros casos lo hacen, pero con una eficacia ínfima. Así, creemos que los cambios tecnológicos a que está sometido el sector de las energías renovables deben aplicarse en beneficio de las zonas rurales más desfavorecidas, con objeto de facilitar un proceso de desarrollo rural sostenible.
En definitiva, es necesario aprovechar las ventajas sobradamente conocidas de las energías renovables, ya que:
• Son fuentes locales, compatibles con el entorno
• Permiten aprovechar materiales y mano de obra locales
• Facilitan la producción de energía útil a pequeña escala
En particular debido a las características geográficas y morfológicas de la provincia, nos vamos a referir a cuatro de las energías mencionadas anteriormente.
Energía solar
Los colectores solares parabólicos concentran la radiación solar aumentando la temperatura en el receptor. Los paneles fotovoltaicos convierten directamente la energía luminosa en energía eléctrica. La energía solar es fuente de vida y origen de la mayoría de las demás formas de energía en la Tierra. Cada año la radiación solar aporta a la Tierra la energía equivalente a varios miles de veces la cantidad de energía que consume la humanidad.
Recogiendo de forma adecuada la radiación solar, esta puede transformarse en otras formas de energía como la térmica o eléctrica utilizando paneles solares, es decir, mediante colectores solares, la energía solar puede transformarse en energía térmica, y utilizando paneles fotovoltaicos la energía luminosa puede transformarse en energía eléctrica.
Ambos procesos nada tienen que ver entre sí en cuanto a su tecnología. Así mismo, en las centrales térmicas solares se utiliza la energía térmica de los colectores solares para generar electricidad.
Se distinguen dos componentes en la radiación solar: la radiación directa y la radiación difusa. La radiación directa es la que llega directamente del foco solar, sin reflexiones o refracciones intermedias. La difusa es la emitida por la bóveda celeste diurna gracias a los múltiples fenómenos de reflexión y refracción solar en la atmósfera, en las nubes, y el resto de elementos atmosféricos y terrestres.
La radiación directa puede reflejarse y concentrarse para su utilización, mientras que no es posible concentrar la luz difusa que proviene de todas direcciones. Sin embargo, tanto la radiación directa como la radiación difusa son aprovechables.
Energía Eólica
En el mundo, más de 150 millones de hogares reciben la energía que se genera gracias al viento, y es una industria con un crecimiento sostenido que supera el 25 % anual.
Ayudada por una baja sustancial en los costos tecnológicos, pero enfrentada con una recesión económica de nunca acabar, la energía eólica en Argentina experimenta un prometedor avance. En los últimos 7 años creció casi un 25 %, pasando de 1.020 Kw. de potencia, instalada en 1994, a 14.200 Kw. en la actualidad.
Pero aun así, su incidencia en el mercado global de la generación eléctrica es insignificante. Aquí, la producción de energía primaria usa mayoritariamente los combustibles fósiles, cubriendo un 53 % las centrales que utilizan petróleo y un 38% las de gas natural.
Se pueden citar en nuestro país, el caso de la provincia de La Pampa, donde la Cooperativa de Servicios de General Acha (Co.Se.Ga.), se apresta a instalar dos generadores con una potencia de 1,8 Mw., los primeros en el territorio provincial. Asimismo, en la provincia de Buenos Aires, unas 40 cooperativas están realizando estudios de vientos, y ENARSA S.A., la empresa conformada por el Grupo Edenor y el Grupo Endesa, proyectando un parque eólico que podría llegar a los 3.000 Mw.
Desarrollado por la compañía Emgasud, actualmente Genneia, el Parque Eólico Rawson está compuesto por 43 aerogeneradores Vestas V90 de 1.8 MW cada uno, sumando una potencia total instalada de 80 MW. Enmarcado en el programa GENREN, obtuvo su habilitación comercial por parte de la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (CAMMESA) en enero del 2012.
La Patagonia Argentina presenta un régimen de vientos óptimo para la generación de energía eólica, destacándose entre las regiones más aptas del mundo para este propósito. La excelente ubicación del parque, en el noroeste de Chubut, permitieron una generación promedio de 700 MWh /día, con días pico de entre 1.000 y 1.300 MWh.
Antes de plantear la utilización de la energía eólica es necesario averiguar si en la posible ubicación del captador existe un viento adecuado, es decir, en cantidad suficiente como para que pueda extraerse energía de él (> 10 km/h), pero no en exceso, ya que se pondría en peligro la integridad del dispositivo de captación (< 80 km/h). Pueden considerarse los siguientes factores generales respecto a las características del viento:
• Los lugares más adecuados, con vientos fuertes y constantes, se encuentran a lo largo de las costas, disminuyendo la potencia del viento al aumentar la distancia hacia el interior.
• Las zonas montañosas son también favorables, ya que la velocidad del viento aumenta con la altura
• El nivel más bajo de energía eólica se encuentra en las llanuras, donde sus valores son tres o cuatro veces inferiores a los obtenidos en las costas
• En cuanto a la latitud geográfica, la cantidad de energía eólica convertible es aceptable en climas secos y cálidos, así como en climas templados y fríos; en las regiones ecuatoriales húmedas no se dan valores aprovechables, mientras que en ciertas regiones tropicales hay que desechar su aprovechamiento, debido a la alta frecuencia de tormentas, ciclones o tifones.
En un lugar determinado, con buenas condiciones de velocidad del viento, habrá que tener en cuenta también su dirección dominante, las rachas fuertes, los períodos de calma y la influencia del terreno circundante.
Si bien el uso de máquinas eólicas para producir electricidad, aerogeneradores, está ampliamente extendido, principalmente en forma de parques eólicos conectados a la red eléctrica convencional, su uso directo en el ámbito rural sólo puede justificarse en lugares aislados que disten más de 10 ó 15 km del tendido eléctrico.
En estos casos se plantea asimismo el diseño de sistemas de almacenamiento o de apoyo adecuados, si se desea que la electricidad producida pueda ser aplicada de forma convencional. Y no debe olvidarse que el almacenamiento de cantidades importantes de energía es hoy día un reto tecnológico aún no resuelto de forma completamente satisfactoria.
En este ámbito de aplicación, la obtención de electricidad mediante aerogeneradores tiene que competir con la generación a partir de otras fuentes renovables, principalmente la energía solar fotovoltaica, cuya tecnología, si bien es de coste superior, es mucho más robusta, ya que está basada en componentes totalmente estáticos, cuya fiabilidad y duración son mucho mayores.
Además sus necesidades de mantenimiento son mucho más bajas, y posee un grado de modularidad del que carecen los aerogeneradores Bajo el punto de vista técnico, el rango de potencia de los aerogeneradores alcanza desde unidades de pocos vatios hasta varios MW. La elección del tamaño de la máquina depende de muchos factores, técnicos, económicos y sociales, pero en líneas generales pueden considerarse los siguientes esquemas de aplicación: sistemas aislados y sistemas centralizados.
• Sistemas aislados: permiten satisfacer las necesidades eléctricas de una sola vivienda. Con una instalación de alrededor de 1 kW puede conseguirse una calidad similar a la de la red convencional. Con instalaciones de unos 100 W, podrían satisfacerse las necesidades básicas de iluminación e información (radio, TV). El aerogenerador (generalmente dotado de alternador) se complementa con una batería, un rectificador, controles electrónicos y, cuando es necesario, un inversor.
• Sistemas centralizados: están destinados a suministrar corriente eléctrica a pequeñas comunidades. Se utilizan máquinas del orden de los 50 kW, que cuentan con sistemas auxiliares como un conjunto de baterías, componentes electrónicos de acondicionamiento y control, una unidad inversora y una pequeña red de distribución eléctrica que alimenta a las unidades consumidoras. Estos sistemas pueden presentar limitaciones de almacenamiento, por lo que con mucha frecuencia se diseñan como híbridos: paneles fotovoltaicos, miniturbinas hidráulicas (almacenamiento por bombeo) y/o grupos diesel, proporcionado electricidad a instalaciones específicas de uso comunitario: centros culturales y sanitarios, alumbrado público, bombeo, potabilización o depuración de agua, conservación de alimentos y medicinas, maquinaria agroindustrial, etc.
Energía geotérmica
Es aquella energía que puede ser obtenida por el hombre mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra, que se debe a varios factores, entre los que caben destacar el gradiente geotérmico, el valor radiogénico, etc. Geotérmico viene del griego geo, “Tierra”, y thermos, “calor”; literalmente “calor de la Tierra”.
Parte del calor interno de la Tierra (5.000ºC) llega a la corteza terrestre, así, en algunas zonas del planeta, cerca de la superficie, las aguas subterráneas pueden alcanzar temperaturas de ebullición, y, por tanto, servir para accionar turbinas eléctricas o para calentar.
Energía hidráulica
La energía potencial acumulada en los saltos de agua puede ser transformada en energía eléctrica. Las centrales hidroeléctricas aprovechan energía de los ríos para poner en funcionamiento unas turbinas que arrastran un generador eléctrico.
Finalmente y como conclusión podemos afirmar que la utilización de fuentes renovables conlleva una premisa de suma importancia: la mejor fuente de energía es el ahorro energético. Por ello es imprescindible que los usuarios finales conozcan el alcance y las limitaciones que tiene la utilización de las mismas, es decir que más allá de que se necesita personal capacitado para diseñar, instalar y mantener los sistemas propuestos, para lo que deben efectuarse las erogaciones presupuestarias correspondientes, fundamentalmente debemos concientizar al ciudadano de todos y cada uno de los beneficios que otorgan, principalmente para el medio ambiente, el aprovechamiento de las fuentes de energía renovable.
En el proyecto mencionado al inicio de esta columna establecíamos que “quienes cumplan con los requisitos establecidos en el la presenta 3 y sean autorizados por la autoridad de aplicación al desarrollo del proyecto mencionado en el inc c) del mismo, quedarán eximidos del pago de los siguientes impuestos provinciales:
a) Inmobiliario
b) De Sellos
c) Ingresos Brutos o parte de los mismos destinados a la instalación de equipos de transformación de energías renovables en eléctrica, por el término de diez (10) años desde iniciada la actividad.
Además en el Art. 5º, le otorgábamos la posibilidad a “quienes generen electricidad por los medios indicados en la presente y la comercialicen a través del mercado eléctrico mayorista y/o a través de la red pública, percibirán una compensación tarifaria de $ 0,01 (un centavo) por cada KW/h. Los equipos a instalarse gozarán de éste beneficio por un período de veinte (20) años.
Reconociendo el esfuerzo de los inversionistas y la posibilidad de que la energía obtenida por éstos medios alternativos, se produjera a partir de mayores costos, disponíamos además que en su Art. 6º– establecíamos que “las compensaciones tarifarias serán financiadas por recursos provenientes del Fondo Subsidiario para Compensaciones Regionales de Tarifas de Usuarios Finales que la Provincia de Mendoza percibe en razón de su carácter de adherente a los principios tarifarios de la Ley 24.065., en su Art. 7º,le otorgábamos la facultad a “la autoridad de aplicación podrá, a los fines previstos en el artículo 5° de la presente, afectar recursos del Fondo Provincial Compensador de Tarifas, según lo dispuesto en el Artículo 45 de la Ley N° 6.498. Y en el Art. 8º, que “las empresas distribuidoras de energía tendrán la obligación de adquirir a precio de mercado, los excedentes de energía y potencia, producidas por la transformación de energías renovables de todo tipo de generador, efectivamente medidas en el nodo de conexión.
Sergio Bruni, pte. Instituto de Políticas Públicas de la UCR
Link Permanente: http://www.sitioandino.com/nota/53102-energias-alternativas-cambio-a-favor-del-medio-ambiente/
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