


Sin embargo y frente a cualquier pronóstico agorero, el escenario más temido se vuelve a presentar, a partir de la negativa de la Corte Suprema de Justicia de los Estados Unidos de Norteamérica a tomar el caso, y que dejara firme el fallo de primera instancia del Juez de Nueva York Thomas Griesa, luego ratificada por la Cámara de Apelaciones del mismo estado.
Lo real y concreto es que luego de los fallos señalados, la Argentina debe pagar el 100% de los bonos bajo la tenencia de los fondos denominados “Buitres”, caso contrario caerá nuevamente en default por una suma aproximada a los 1.500 millones de dólares.
Por las últimas declaraciones del Jefe de Ministros, la estrategia que seguirá la Argentina sería precisamente resguardar el pago de las obligaciones surgidas del canje, modificando el domicilio de pago, convirtiendo al mercado de valores de Buenos Aires en el lugar donde se efectivizarán de aquí en más los vencimientos de los títulos que corresponden a esos bonos, y no enviar negociadores a sentarse en el Juzgado norteamericano a negociar con los Holdouts.
Esas declaraciones fueron luego contradichas por la misma Presidente, que en su discurso del día de la bandera aceptó la negociación y puso sobre relieve lo injusto de la determinación de la justicia, perjudicando los intereses nacionales y los del 93% de de los bonistas que entraron en el canje y están cobrando.
El radicalismo viene advirtiendo que las declaraciones altisonantes no servían más que para el medio local, que en última instancia sólo podrían alterar el humor de un juez conservador, que se iba a limitar en aplicar la letra fría de la ley, beneficiando a un grupo de financistas con gran poder de lobby.
Y hoy nos encontramos en ésta encrucijada, donde cualquier alternativa que tome el Gobierno Nacional, será de gran costo social para nuestra gente.
Acompaño las declaraciones del Comité Nacional de la UCR pidiendo “terminar con las descalificaciones, las frases cargadas de soberbia y las apelaciones al pasado», advirtiendo el titular de la UCR, Ernesto Sanz que: «ese método es parte de la impericia y mala praxis del gobierno. Por ese camino se perdieron las tres instancias de este fallo».
Ahora hay que transitar el camino de la inteligencia, la sobriedad y la pericia técnica para que el arreglo proteja al 93 por ciento que finalmente aceptó la reestructuración y no nos haga caer en default con el 7 por ciento restante», reclamó Sanz, como también en el mismo sentido enfáticamente se ha expresado Julio Cobos.
Sin embargo la oposición posee su propio desafío, debe demostrar poseer una alternativa que proteja el interés nacional o apoyar la estrategia del gobierno que se dirija en ése sentido, sin ser señalada como un sector político que hace seguidismo del poder kirchnerista.
El Comité Nacional de la UCR expresó en esa línea: «El radicalismo acompañará una estrategia sensata y que tenga como prioridad cuidar el bienestar de los argentinos, las posibilidades de crecimiento y desarrollo del país».
El fallo del Juez Griesa nos lleva a preguntarnos, es un fallo ajustado derecho? Y si así lo fuera, es un fallo justo? Si bien la decisión de la Justicia Norteamericana está, no menos cierto es que pone en riesgo todo el proceso de reestructuración de la deuda y pone en preeminencia los intereses financieros por sobre los intereses soberanos de los estados nacionales, y por qué no de la economía mundial .
En ese sentido éste fallo es incumplible por la Argentina sin caer nuevamente en default, y por consiguiente incumplible en términos concretos, y terminará por lo tanto afectando los mismos intereses de los acreedores.
El dilema que agobia nuestra inteligencia por estos días, se compara con aquél que le transmitiera Hipias de Helide a su maestro Sócrates y retratado por Platón:
Hipias de Elide:
«Tengo una mujer a la que amo mucho y una amante que me da mucho placer.
Que debo hacer? Debo quedarme con mi mujer o marcharme con mi amante?»
Sócrates :
«Hagas lo que hagas te arrepentirás…»
(Primeros diálogos, Platón)
El desafío de la Argentina es vencer este viejo dilema como país, porque el problema no es de un gobierno o de una facción del oficialismo, y entiendo que no es justo que un fallo de otra o de cualquier jurisdicción, ponga al borde del abismo a una república soberana. Situación que nos lleva a reflexionar y compartir la opinión planteada por uno de los líderes latinoamericanos más lúcidos, Pepe Mujica (presidente de la República Oriental del Uruguya), quien expresó:
«Hoy o mañana nos pueden hacer lo mismo a cualquiera, me parece que estas cosas hay que llevarlas a los foros internacionales y empezar a asumir actitudes colectivas».
Por Sergio Bruni
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